Es hora de dar paso al choque de color. Abandonar el blanco puro, los grises y los beige en perfecta harmonía y crear una simbiosis de colores.

Jugar con los colores y las formas es un riesgo de resultados tan perfectos como únicos.

Las tendencias giran en torno a los cambios de la sociedad, década tras década los colores vienen y van. Las grises guerras dan paso a vívidos colores, las crisis traen pasteles que transmitan ánimo de paciencia y en los procesos de cambio nos acompañan altas dosis de tonos que reaniman el ánimo y dan paso al progreso.

Si tu paleta solo se movía del beige al gris es el momento de despertar tu vena más colorista, como si volviésemos a los años 60 más pop, que la explosión de colores saturados se unan a los más neutros.