Fresco, luminoso, sereno y elegante

Así es el blanco, un color con cien tonos al que se rinden los interiores más sofisticados. Este verano apostamos por el destello de luz del total white.

Al nombrar el color blanco, nos viene a la cabeza infinidad de tonalidades que  aportan un aire más sofisticado a nuestros interiores. Ahora que nos encontramos en pleno verano,  el calor y el buen tiempo nos transporta por las blancas fachadas a lo largo de  la costa mediterránea y nos recuerda por ejemplo, a las vestimentas presentes en las largas noches ibicencas haciendo referencia a un total white.

Con la llegada del calor, apetece pasar más tiempo en el exterior, por lo tanto, qué otra mejor forma que utilizar el blanco en nuestros espacios exteriores, con tal de dar a nuestras terrazas un aire más elegante a la vez que generamos un ambiente de tranquilidad y calma gracias a la neutralidad de este color. Aparte, si lo combinamos con la vegetación del entorno, conseguiremos dar un toque de frescura a nuestros espacios siendo también, más respetuosos con el medio ambiente.

Aparte de lo sofisticado que puede resultar este color, si lo utilizamos en espacios interiores conseguiremos una mayor sensación de iluminación, porque aportará más vida a aquellos espacios oscuros y apagados. Además, si lo combinamos con maderas claras en suelos, revestimientos, mobiliario o en pequeños elementos, obtendremos una mayor sensación de calidez en el entorno.

Fuente fotos: Pinterest y Khama.es